jueves, 11 de agosto de 2016

Destino PUERTO MADRYN - ARGENTINA / Buceo con lobos

Mundo Submarino: Un bautismo… y muchos lobos marinos!



Compartir una pasión con los hijos es uno de los grandes sueños que tenemos los padres… Llevarlo a cabo en medio de la naturaleza patagónica, le agrega un plus impagable.
Los niños también pueden bucear y disfrutar de una aventura submarina, dadas todas las condiciones de seguridad. Y la ciudad de Puerto Madryn es el escenario perfecto para realizarlo!




Texto y fotografías: Ma. Milagros Vigil - Andrés Peña

Puerto Madryn es, para mucha gente,  la meca del buceo Argentino. No por nada en sus costas existen más de 20 operadoras y varios parques  acuáticos, naufragios y numerosos sitios de buceos a diferentes  profundidades. Sobre la costanera, las banderas rojiblancas flamean a zotavento, invitándonos a sumergirnos.
Hasta allí llegamos para pasar unas vacaciones en familia y tratar de iniciar a Lorenzo, de 8 años, en el mundo submarino.
"Siendo el buceo una de mis pasiones, siempre arrastré conmigo el deseo de disfrutarlo junto a mi hijo, para mostrarle lo bello que puede ser desplazarse ingrávido en la profundidad del océano, rodeado de peces y plantas submarinas. Pero la edad nunca era suficiente para desarrollar, seguro, esta actividad.  Gracias a la operadora de buceo Lobo Larsen, un día de enero del 2014  mi sueño se hizo realidad… " (Andrés, papá de Lolo)

Todos a bucear!
La mañana del “bautismo submarino” de Lorenzo, el cielo se mostraba ideal, como el de ¨Los Simpson¨. La brisa era suave y del oeste, bueno para la navegación.  El paseo desde el Hotel Rayentray, hasta la primera bajada se esfumó en el tiempo tan rápidamente que, de golpe, nos encontrábamos explicándole a Lorenzo la teoría de lo que sería su primera bajada al mar. A partir de los 8 años, los chicos ya pueden disfrutar esta actividad, con todas las medidas de seguridad, acompañados y sujetos, por supuesto, al instructor de buceo calificado.
El bautismo consiste básicamente es un descenso a poco menos de 10 metros, con equipo autónomo de buceo debajo del agua (SCUBA), asistido por un instructor todo el tiempo. El tiempo total del recorrido submarino es de no más de 20 minutos. Dada la temperatura del agua en Puerto Madryn en verano ( 15°), los niño necesitaron usar traje de neopreno de 7 mm de espesor, botas y casco. 
Durante 30 minutos aproximadamente Marcelo Corral, responsable de Lobo Larsen , nos explicó en el local que poseen en la Primera Bajada cada detalle de cómo sería la inmersión y las partes del equipamiento: equipo básico (visor, aleta y snorkel), chaleco compensador, tubo de aire, regulador y boquilla (por donde se respira, y la cual siempre debe estar en la boca, sostenida por la dentadura y sellada por los labios). Además, repasamos y practicamos los tips más importantes en el descenso: respirar normalmente, nunca retener el aire y la maniobra de compensación de la presión del agua en el oído, fundamental para no sentir molestias ni dolor.
Luego de que el instructor agotara todas las dudas de padres e hijos y comprobara que los niños manejaban OK el equipo, la aventura se puso en acción…

Show time!
El sueño estaba por hacerse realidad. Lorenzo estaba ansioso, y los papis, algo nerviosos. Aunque parece sencillo, el buceo no deja de ser una actividad compleja, que debe ser perfectamente controlada para evitar riesgos.
Nos equipamos con los trajes (varias capas para los chicos!) y comenzamos a caminar hacia la playa, donde estaba la embarcación esperándonos. Vivíamos la situación como una imagen en cámara lenta de película americana, cuando los héroes caminan hacia un duro objetivo a enfrentar… Paso a paso sobre el caminito entablonado de madera reseca por el clima llegamos hasta la orilla y metimos los pies en el agua hasta la cintura para encontrarnos con la lancha. Allí nos esperaba el “Gringo¨, nuestro instructor, quien iba a bajar junto a Lorenzo. 
El sitio del bautismo era mar adentro, a unos pocos metros de la costa, en un parque acuático donde la empresa tiene ya fondeada una plataforma flotante especialmente diseñada para estas actividades. El agua estaba fresquita, pero tan transparente que invitaba a sumergirse sin dudar.
Ya en el lugar, el Gringo le colocó a Lorenzo el chaleco con el tubo. Este último era tan grande como él! Con ayuda, logró bajar al agua y mantenerse a flote en la superficie, siempre junto a su instructor, que ya estaba haciendo las pruebas correspondientes en el lugar.
Luego de un par de ejercicios de seguridad, comenzamos a bajar. El agua estaba perfecta, y el azul profundo comenzó a adueñarse del entorno.
3… 7… 10 metros… Lorenzo bajaba tomado de la soga, compensando y respirando normalmente. No lo podía creer!
En el fondo, paz y silencio. Sólo escuchábamos las burbujas saliendo por la boquilla, y subiendo buscando luz. Todo era un sueño calmo por el que nos desplazábamos ¨volando¨ cerca del fondo, mirando algunos peces y restos de naufragios.
Mirando a mi hijo que me hacía la seña de “todo ok”,  guardé esa postal en mi memoria, un pequeño sueño realizado y disfrutado. Uno más!
Los 15 minutos que estuvimos abajo se pasaron rapidísimo, entre peces, estrellas de mar y algunos cangrejos.  Formaciones de algas y plantas unidas a restos de barcos hundidos formaban un ecosistema digno para una microfotografía exigente.
Lorenzo buceaba tomado por El Gringo por la espalda… con los ojos abiertos como 2 huevos fritos! Mirando absolutamente todo, absorto y entusiasmado, respirando normalmente, como si supiera... 
Cuando el instructor nos marcó que era hora de subir, comenzamos el ascenso, más lento que las burbujas según las reglas.
Arriba todo era júbilo y felicitaciones. El instructor nos comunicó que Lorenzo había sido un gran alumno, y que estábamos listos para el premio final: conocer a los lobos.

Snorkeling con lobos.
La interacción con Lobos Marinos de un pelo es una experiencia única en el mundo en cuanto a contacto con la vida salvaje. Estos animales tan amigables y curiosos nos permiten entrar en su mundo para conocerlos de cerca y vivir así una experiencia inolvidable.
Punta Loma es una reserva de lobos marinos de un pelo que se encuentra a 20 minutos de lancha desde la playa de Puerto Madryn. Y es la excursión más pedida por los turistas que llegan a Lobo Larsen para vivir una aventura diferente.
Habiendo superado con éxito el bautismo submarino, Lolo y yo estábamos listos para probarla! Sin perder más tiempo , iniciamos la navegación. Perforando las olas, la embarcación surcaba las aguas azules en búsqueda de las costas acantiladas. Hicimos una parada previa para recoger un grupo de buzos de distintas nacionalidades que nos acompañarían en la odisea. Mientras nos acercábamos a la colonia, comenzamos a ver lobitos jugando en la costa. El lugar de fondeo para atar la embarcación se encontraba a unos 50 metros de la orilla. Esta vez haríamos snórkeling sobre la superficie, por lo que nos equipamos con el básico, y de a uno, nos fuimos lanzando al agua. Con el traje de neopreno que teníamos puesto nos asegurábamos una excesiva flotabilidad positiva, sin necesidad de usar un chaleco salvavidas y dándonos mayor movilidad. 
El lobo marino de un pelo sudamericano (Otaria flavescens) presenta marcadas diferencia entre los animales de distinto sexo. El macho es de color pardo oscuro y tiene el cuello mucho más ancho con una especie de ¨melena¨, llegando a medir 2,60 m y a pesar hasta 350 kg. Las hembras pesan la mitad, son de color marrón amarillento y pueden medir hasta 1,90 m. En tierra son desconfiados y esquivos, pero en el agua confianzudos y muy juguetones. Se agrupan en colonias formando harenes (un macho y varias hembras) y se alimentan en el mar, de peces,  moluscos y crustáceos.
Durante los meses de verano, sus niveles de testosterona se encuentran por encima de lo normal, por lo cual deben tomarse recaudos ante la presencia de los lobos machos, manteniedo siempre una distancia prudencial. No debemos olvidar que a pesar de su aparente mansedumbre, se trata de animales en estado salvaje, que no están entrenados, y que pueden reaccionar instintivamente si se ven amenazados. Por eso una de las primeras indicaciones del instructor es esperar a que sea el animal el que decida iniciar el vínculo, alertando que de ninguna manera se los debe perseguir para forzar el encuentro.
El día previo a la salida, todos los interesados recibimos un pequeño libro y un video con instrucciones precisas sobre la actividad que íbamos a realizar. Siguiéndolas, realizamos la aproximación “en línea”, formando un semicírculo. Pataleando lentamente, observábamos varios puntos y manchas que se acercaban a nosotros en el agua… eran los lobos! Los más pequeños llegaron primeros, causando una gran alegría en el grupo. Mirábamos por arriba y debajo del agua, buscando no perdernos nada, puesto que ellos se sumergían, nadaban, buceaban y saltaban por todos lados!
Debajo nuestro, sobre el fondo del mar, a unos 10 m, había buzos con equipo autónomo disfrutando del espectáculo y recorriendo el lecho marino.
Los lobos nos pasaban por al lado, jugaban entre ellos, se mordisqueaban suavemente…
Lorenzo no podía creer lo que estaba viviendo, era la aventura de su vida!
De pronto estaban tan cerca que estiró la mano para acariciarles el lomo… de inmediato hice mi advertencia de no contacto, puesto que es una de las reglas básicas de la interacción, teniendo en cuenta que los machos adultos son más uraños, no es frecuente que se establezcan contactos lúdicos con ellos.
Así estuvimos por unos 20 minutos, en éxtasis con la naturaleza salvaje y su fauna, presenciando un espectáculo circense ¨under wather¨, un regalo más de este paraíso a orillas del Golfo Nuevo.

En la lancha, de regreso a la playa, volaban las preguntas y las anécdotas. Miraba a mi hijo compartiendo mi alegría y pensaba que, para mí, definitivamente, serían recordadas como las primeras vacaciones del resto de nuestras vacaciones…

Un video

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